viernes, 30 de octubre de 2009

Infecciones de transmisión sexual (ITS)

Las INFECCIONES DE TRANSMISIÓN SEXUAL son infecciones transmitidas sexualmente, que pueden presentarse tanto en el varón como en la mujer.
Han sido llamadas tradicionalmente "enfermedades vené­reas", acepción derivada del nombre de Venus, diosa del amor.
Qué difícil es pensar en que podamos tener una ITS a partir de una relación con la persona a quien amamos y que pensa­mos que también nos ama
Cuando estamos enamorados, cuando alguien nos gusta mu­cho, sólo hay espacio para las manifestaciones de cariño, de entrega, de amor y no pensamos mucho en la posibilidad de adquirir una ITS.
Tampoco es fácil hablar de estos temas, y quizás se torne aun más difícil hacerlo con la persona que amamos y en la que confiamos.
Pero hoy en día es importante hablar sobre nuestra rela­ción, sobre la vida sexual pasada de ambos, y sobre... las ITS. Tanto los varones como las mujeres debemos aprender a con­versar con franqueza de estos temas.
Estas enfermedades son muy numerosas. Actualmente hay más de veinte descriptas; pero todas tienen en común la mis­ma particularidad: que se transmiten fundamentalmente durante las relaciones sexuales.


La incidencia de estas afecciones ha aumentado significati­vamente, siendo los adolescentes los más afectados. ¿Por qué razón?...
Por varias razones. Una de ellas está dada por el hecho de que en esta etapa de la vida comienzan las relaciones sexua­les, desconociéndose los riesgos de las ITS y las formas de prevención. Otra razón se refiere a los posibles cambios de vínculos sexuales, que incrementan los riesgos anteriormen­te señalados.
Actualmente las ITS afectan cada año a millones de perso­nas en el mundo. La Organización Mundial de la Salud (OMS) estima que una de cada veinte personas en el mundo padece una ITS al año.
La mayoría de estas enfermedades se cu­ran con facilidad y lo que es más importan­te: todas ellas se pueden evitar.
Cualquier persona aunque luzca un as­pecto saludable puede llevar a padecer una ITS. Cualquier persona que tenga relaciones sexuales sin utilizar preservativos con alguien infectado, puede adquirir una ITS.
A veces una ITS no da síntomas, por lo que la persona puede estar infectada y desconocerlo.
Existen muchos tabúes y miedos en torno a este tema. Mu­chas veces las personas se sienten avergonzadas al presumir o descubrir que padecen una ITS y no buscan tratamiento. Es importante siempre consultar al médico y no guiarse por in­dicaciones de amigos o compañeros, porque estas infecciones pueden empeorar y dar complicaciones, incluso algunas muy graves.
Si bien como hemos dicho antes, las ITS pueden pasar inad­vertidas, en ocasiones dan varios síntomas, por ejemplo pe­queñas heridas, secreciones, verrugas tanto en el pene como en la vulva o en el ano.
Picazón, ardor, dolor en esos lugares, durante o después de las relaciones sexuales o al orinar, pueden indicar la presencia de una ITS. Pero también muchas personas que tienen dichas infecciones pueden no presentar tales síntomas o los mismos ser muy inespecíficos.
Es muy importante entonces observarnos, conocer cómo fun­ciona nuestro cuerpo y estar atentos a posibles cambios que merezcan consultar a un médico.
¿Cuáles son las ITS más frecuentes?
Podemos citar varias. Las uretritis (infecciones de los cana­les urinarios) pueden ser gonocóccicas (más frecuentemente llamada gonorrea) y no gonocóccicas. Entre estas últimas las más frecuentes son las producidas por Clamidias, Trichomonas y Candida Albicans.
Existen otras ITS que se caracterizan por presentar verrugas con forma de cresta de gallo que son muy contagiosas y que se denominan Condilomas Acuminados.
En la tabla se observa algunas de las ITS mas frecuentes con sus manifestaciones y complicaciones.
Otras ITS frecuentes son la sífilis y la hepatitis B.
Hay que saber que la sífilis produce una herida generalmen­te localizada en los genitales (chancro sifilítico). Es indolora y desaparece incluso sin tratamiento, por lo que la persona puede pensar que está sana.
La sífilis no tratada evoluciona en varios períodos con em­pujes y remisiones, pudiendo provocar complicaciones serias, llevando incluso a la muerte.
También es importante saber que durante las relaciones sexuales, tanto en el pene como en la vagina, se pueden pro­ducir pequeñas lesiones que no corresponden a la presencia de ITS.
En relación a la hepatitis B digamos que es una enfermedad producida por un virus que se transmite por vía sexual, san­guínea y también de la madre al hijo. En este caso es impor­tante tener en cuenta que en la transmisión por vía sanguí­nea, juega un rol significativo el uso compartido de jeringas y agujas, y los pinchazos accidentales.
Las mujeres tienen una secreción o flujo en la vagina que es natural y que varía a lo largo del ciclo sexual. Esta secreción es incolora, no tiene olor desagradable, no provoca picazón ni ardor. Puede mojar la ropa interior, pero como dijimos ante­riormente es una secreción natural y no quiere decir que la persona tenga una infección.
El flujo que indica la presencia de infecciones generalmente es abundante, con mal olor, y se acompaña de ardor, dolor al orinar o durante las relaciones sexuales.
Los varones también pueden pre­sentar secreciones que salen de la uretra. Esto es debido general­mente a la presencia de agentes infecciosos que son causantes de las uretritis. Lo más frecuente es que se acompañen de dolor o ar­dor al orinar.
Las ITS pueden ser transmitidas durante el embarazo, en el momento del parto o por la lactancia. Por eso es fundamental el control deL embarazo, porque estas infecciones pueden diagnosticarse y tratarse precozmente.
En el caso de la gonorrea la mujer embarazada puede trans­mitir la infección al recién nacido en el momento del parto (fundamentalmente en los ojos del bebé). Esta infección se evita colocando un colirio (gotas) especial en los ojos. Es por esta razón que en nuestro país por ley se exige colocar dicho colirio en los ojos de todos los recién nacidos.
Si bien el contagio de la sífilis se da sobre todo durante las relaciones sexuales, puede también producirse por vía trans­placentaria (de la madre al feto), lo cual se llama "sífilis con­génita".Lo más importante de todo es que estas infecciones son tratables y curables, y cuanto más precozmente sean diagnosticadas mejor, en la medida que se evitan o disminuyen sus complicaciones.

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