El virus de la inmunodeficiencia humana una vez en la sangre se adhiere a la superficie de los linfocitos T y a continuación la cubierta vírica se funde con la membrana plasmática de esta célula. Esta fusión libera en la célula el nucleoide del virus, y la enzima transcriptaza inversa transforma el ARN vírico en ADN de doble cadena. Este ADN vírico penetra en el núcleo celular y se integra en el ADN celular. Los mecanismos celulares normales transcriben el ADN ya integrado. El ADN integrado dirige la síntesis de nuevas proteínas víricas. Éstas y el ARN vírico formado se organizan en un nuevo nucleoide vírico que abandona el linfocito T, del que toma un fragmento de membrana para utilizarlo como cubierta.
Este mecanismo permite al VIH replicarse es decir reproducirse dentro de las células linfocitos T. La replicación de las partículas virales produce la muerte de la célula infectada y la infección de otras células. El VIH ataca a las células del sistema inmunitario provocando una inmunodepresión.
El síndrome fue notificado por primera vez en 1981, pero se conoce el SIDA en África desde 1970. En 1983 fue aislado el VIH en el Instituto Pasteur de París.

Figura: Muestra las características estructurales que presenta el VIH. El material genético se encuentra envuelto por una doble capa una proteica y otra fosfolípidica. Esta última proviene de la propia célula que parasitó.
FORMAS DE TRANSMISIÓN
El VIH se transmite por contacto directo a través de sangre contaminada, semen y otras secreciones sexuales. El virus presente en los flujos sexuales de hombres y mujeres infectados puede pasar a la corriente sanguínea de una persona sana a través de pequeñas heridas o abrasiones que pueden originarse en el transcurso de las relaciones homo o heterosexuales. (67% de los casos)
Otros de los mecanismos de transmisión y contagio de la enfermedad es el uso compartido de agujas o jeringuillas contaminadas con sangre infectada. Este modo de transmisión afecta principalmente a los drogadictos adictos a drogas intravenosas. (29% de los casos).
En la actualidad, la infección por VIH debida a transfusiones de sangre es muy improbable, gracias a las pruebas que se han desarrollado para la detección del virus en la sangre.
El virus de la inmunodeficiencia humana puede también transmitirse desde la madre infectada al feto por la placenta (vía transplacentaria) y al recién nacido a través de la leche de la madre. (Único caso en que se transmite por vía digestiva) (4% de los casos).
La transmisibilidad comienza poco tiempo después de iniciada la infección con VIH. Durante los años de incubación, el individuo seropositivo (portador que goza aparentemente de buena salud) puede contagiar sin intención.
DIAGNOSTICO:
Desde que una persona se infecta con el VIH hasta que desarrolla el SIDA suelen transcurrir entre 6 a 10 años. Es lo que se denomina período ventana. El tratamiento adecuado con medicación antirretrovirus alarga ese período. En ocasiones los síntomas aparecen al año de haber tomado contacto con el VIH.
El test que permite detectar si la sangre presenta anticuerpos frente al VIH (test de ELISA) es útil solo luego las 4 a 8 semanas siguientes a la exposición al VIH, de lo contrario la prueba es negativa porque el sistema inmunológico aún no ha desarrollado anticuerpos frente al virus. Estos tardan en formarse como mínimo 21 días.
CARACTERÍSTICAS DE LA ENFERMEDAD:
El SIDA representa la última etapa de la enfermedad duradera y progresiva que afecta en primer término al sistema inmunitario pero también a otros sistemas de órganos.
En la fase inicial, luego del contacto con el VIH puede manifestarse síntomas como fiebre decaimiento dolores en las articulaciones y ganglios inflamados.
Luego de esta fase inicial puede no aparecer ningún otro síntoma hasta meses o años después. Durante el período durante el cual la enfermedad permanece asintomática el VIH es activo, en especial en los ganglios linfáticos. El organismo tiene defensas que el virus va agotando progresivamente.
Posteriormente se observa alteración del estado general y aparición de enfermedades oportunistas que conducen a la muerte.
Con la terapia antirretroviral aumentó el período de vida y mejoró la calidad de vida de los enfermos, sin embargo el SIDA aún no tiene cura.
Dado que el VIH sufre mutaciones es decir variaciones genéticas con bastante frecuencia, se dificulta una respuesta inmunológica adecuada por parte del organismo. Esto impide también encontrar una vacuna adecuada para su prevención.-
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